Filomena, la “Bestia del este”
Modificaciones debido al cambio climático en el vórtice polar ártico
Modificaciones que se producen en la estratosfera han hecho, que en estos días del mes de enero de 2021, la temperatura en esa capa, situada a aproximadamente 10 km. de altura, haya bajado de -70º C a -20º C, lo que está provocando que exista un desplazamiento de dirección del vórtice polar que afecta en estos momentos a Europa y la península Ibérica.
Estos desequilibrios se producirán, sin duda, con asiduidad en la medida que la degradación climática, de deshielo y de calentamiento global se vayan repitiendo en los próximos años.
Creíamos que los efectos del cambio climático estaban solo asociados, entre otras muchas cosas, con los FCC, las emisiones, la sobrexplotación de los recursos fósiles, la rotura de la capa de ozono, las sequías, la desertificación del suelo, las malas cosechas, la subida del nivel del mar, los incendios forestales, las hambrunas, los desplazamientos migratorios sociales y las enfermedades pandémicas. Debemos empezar a acostumbrarnos que no es sólo eso.
Filomena, a nuestro pesar pertenece a la misma cepa. Lo que estos primeros días de enero, climáticamente hablando, está ocurriendo es producto de origen antropocénico.
¿Qué motivos hay para la esperanza? Ninguno mientras sigamos pensando que el cambio climático es una cosa exclusiva que venimos padeciendo por partes y artes utilizadas por los poderes fácticos desde hace cincuenta años para desagravio del planeta. Lo lógico es ver, si bien es cierta la premisa anterior, que seguimos siendo al mismo tiempo quienes ahora nos levantamos cada mañana, tan culpables y responsables como los que nos precedieron, y que, sin embargo, continuamos girando la vista ante este desaguisado.
¿Qué podemos hacer? Esta lacra con la que cargamos, pues no debemos eximirnos, es un proceso que debe seguir cauces de resolución a través de voluntades políticas y económicas; para ello, a nivel personal no queda más solución que la exigencia personal y también la social y política para que quienes han obtenido nuestro mandato representativo actúen en consecuencia resolutiva, sin dilación, para devolver el equilibrio climático global.
No obstante, debemos ser conscientes y estar preparados, dado que sobre el tema, en primera instancia, los políticos de países democráticos mienten frecuentemente y los de países totalitarios siempre, para no abandonar el objetivo primordial que es exigir salvar y dejar en paz nuestra aldea global.
Todo no se reduce a una nevada de varios días y al envío constante de periodistas para informar en directo de la misma en busca de una mayor cuota de pantalla y redención.
¡Es mucho más! Y de ello debemos darnos preocupante y responsable cuenta.
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